Las toneladas de residuos industriales nucleares y tóxicos vertidas ilegalmente por la mafia napolitana parecen ser responsables de un aumento catastrófico de los casos de cáncer en el sur de Italia.
El Senado italiano está investigando los vínculos entre los contaminantes enterrados y un aumento de casi el 50% de los casos de tumores que se diagnostican en los habitantes de varios pueblos cerca de Nápoles, informa el periódico italiano ‘Il Seolo XIX’.
En documentos clasificados del año 1997 que recientemente se han hecho públicos, el jefe de la Camorra, una las organizaciones criminales mafiosas más poderosas de Italia, Francesco Schiavone, advirtió a las autoridades italianas que el veneno enterrado en la tierra iba a matar a todos en un plazo de 20 años.
“A los habitantes de las ciudades como Casapesenna, Casal di Principe, Castel Volturno y así sucesivamente, les quedan, tal vez, 20 años de vida. De hecho, yo no creo que alguien vaya a sobrevivir” allí, declaró Schiavone.
Los médicos se dieron cuenta por primera vez del crecimiento del número de casos de cáncer en los pueblos ubicados alrededor de Nápoles en los años 1990 y desde entonces han aumentado en un 40% en las mujeres y en un 47% en los hombres.
Francesco Schiavone, por su parte, finalmente fue detenido y condenado a cadena perpetua por una serie de asesinatos y en una declaración secreta fuera de los tribunales, les contó a los abogados como uno de los clanes de la Camorra, el Casalesi, llevó a cabo ‘una operación de estilo militar’ vertiendo o enterrando millones de toneladas de residuos en las tierras agrícolas, cuevas, canteras, en el lago Lucrino y a lo largo de su orilla e incluso en la periferia de las ciudades de la zona.
Esta industria se convirtió en el mayor ‘negocio’ sancionado oficialmente por el clan en 1990, pero se había puesto en marcha mucho antes. Según Schiavone, los desechos nucleares que se traían en camiones desde las plantas de Alemania, fueron el objeto principal de vertido y los camiones descargaban los residuos durante la noche.
“Yo sé que en algunos lugares donde fueron enterrados los residuos no crece la hierba”, confesó el líder mafioso. Según él, el costo de la limpieza de varios sitios en las afueras de Nápoles sería de miles de millones de euros.
“Enterramos 520 bidones de residuos tóxicos en una cantera especialmente cavada cerca de la ciudad de Pure Villaricca. Pero también lo hicimos en lugares muy poblados, por ejemplo, en las afueras de Casal di Principe, detrás del campo de deportes, al lado de la autopista”, reveló Schiavone. “Nos deshicimos de 70 u 80 camiones procedentes del norte, que son millones y millones de toneladas”, agregó.
La Cámara Baja del Parlamento italiano, por su parte, decidió hacer públicos todos los documentos del caso con el fin de garantizar la transparencia de la investigación.
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