Cientos de trabajadores de establecimientos de comida rápida de Nueva York apoyaron una huelga en demanda de mejoras salariales. Ganan el sueldo mínimo, algo más de 7 dólares la hora, insuficiente para mantener una familia. Por segunda vez en menos de un año los trabajadores de las cadenas de comida rápida de Nueva York han participado en una huelga.
Hasta cuatrocientas personas no acudieron a su puesto de trabajo en protesta por las miserables condiciones que soportan. Los accionistas y directivos de estas conocidas empresas de comida basura ganan millones de dólares al año, gracias a la producción en masa de sus productos y a los sueldos de miseria que pagan a sus empleados.
Los trabajadores de los establecimientos de comida rápida son los profesionales peor pagados de toda la ciudad. Ganan el sueldo mínimo, que son 7.25 dólares a la hora, lo que les hace vivir prácticamente en la pobreza y depender de las ayudas del Gobierno.
Hasta 50.000 personas trabajan en este sector en la gran manzana, y no se trata de estudiantes que buscan un empleo temporal. Son adultos que viven en familia y tienen que alimentar a sus hijos. Por eso lo que piden es un aumento del salario hasta los 15 dólares la hora, poder unirse en un sindicato y algo tan sencillo como el derecho a ponerse enfermo sin sufrir consecuencias negativas por faltar al trabajo.
La industria se defiende diciendo que da trabajo a más de 13 millones de personas en todo el país. Trabajo sí, pero del que ofrece el capitalismo a la americana: crecimiento económico a costa de los sueldos y los derechos de los trabajadores.
José Manuel Rodríguez, Nueva York.
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