Un sistema de seguimiento de vehículos que dispara balas con el sistema de posicionamiento global (GPS) a los vehículos que la policía persigue está siendo empleado.
El denominado StarChase, es un dispositivo que funciona apretando un botón dentro del vehículo policial. Al hacerlo, se abre una especie de tapa que libera un proyectil que se adhiere al automóvil que se encuentra en frente, y localiza con exactitud el auto del sospechoso.
En otras palabras, StarChase es un cañón instalado en la parte delantera de la patrulla, encargado de disparar unas balas especiales compuestas por una sustancia pegajosa y un pequeño dispositivo GPS que comienza de inmediato a transmitir sus coordenadas.
Fue diseñado con el fin de realizar el seguimiento sin entrar en aparatosas persecuciones policiales y minimizar el riesgo de accidentes en operaciones de perseguimiento que realiza la policía en velocidad alta.
Esto evita poner en riesgo la vida de los que están conduciendo en la zona ya que permite al fugitivo que se relaje.
La instalación del sistema, que actualmente está siendo utilizado en cuatro estados de EE.UU. (Iowa, Florida, Arizona y Colorado), cuesta 5000 dólares, y cada bala 500 dólares.
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