Equipos de bomberos realizan trabajos para extinguir un incendio de grandes magnitudes registrado este martes en el sureste de Australia, los funcionarios del cuerpo de bomberos fusionaron deliberadamente dos grandes incendios para controlar el avance de las llamas ante la adversidad del clima. Las autoridades decretaron alerta máxima ante el incesante fuego.
Miles de bomberos junto a grupo conformado mayormente por voluntarios trabajaron incansablemente en las zonas del suceso, a fin de apagar el incontrolable fuego que se convirtió en un “megaincendio”, que podría avanzar hacia un tercer siniestro localizado a poca distancia.
Los incendios están siendo combatidos a lo largo de mil 600 kilómetros en el estado de Nueva Gales del Sur desde que estallaron las llamas debido a los fuertes vientos y el intenso calor que asecha a la región desde hace una semana, destruyendo hasta la fecha más de 200 viviendas y causando daños a otras tantas.
La tragedia forestal provocó la muerte de una persona, según señaló el comisionado del Cuerpo de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, quien además advirtió que “hay un potencial muy real de que se pierdan más hogares y vidas. Va a ser un día difícil para las comunidades en las regiones de Hunter y en el área de Sídney y por supuesto en las zonas que ya han sido afectadas por los incendios”, agregó Fitzsimmons.
En 2009, un incendio en el estado de Victoria (sur) provocó la muerte de 173 personas y redujo a cenizas miles de viviendas.
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