Sintiencia: la
capacidad de sentir:
Después de
estudios e investigaciones, la
ciencia logra comprobar (una vez más) que los animales
poseen una conciencia que les permite percibir su
entorno. Todas las personas que a diario conviven
con un animal doméstico ya lo saben, sin embargo, hay muchos que aún dudan
de la
conciencia animal.
En un reciente encuentro en Cambridge, Inglaterra, los líderes
de la ciencia han llegado a la
conclusión de que los seres humanos no son los únicos
seres
conscientes: los mamíferos y las
aves, principalmente, también
poseen una conciencia. Los científicos presentaron pruebas que los
llevaron a esta conclusión, que no es
sorprendente, sino que pretende promover el respeto
por todas las
especies del planeta.
En el campo de la neurobiología se han realizado miles de estudios con animales de varios géneros que comprueban que la fauna también posee una conciencia que les permite percibir el sufrimiento ajeno y propio, discernir entre lo bueno y lo malo, entre otros rasgos que sólo se le atribuye a la raza humana.
Los estudios realizados, más allá de lo que científicamente se descubra, tratan de concientizar al ser humano respecto al trato que se les da a todas las especies vivas.
Quizá los animales no están cerebralmente desarrollados para poder vivir experiencias mentales y psicológicas complejas. Sin embargo, dentro de su yono-racional, poseen una noción que les permite sentir la empatía y el respeto de los demás por su propia vida.
¿ Recuerdan el video de este chimpance pidiendo que lo rescataran del zoologico utilizando el lenguaje de señas ? !!!...Sobran las palabras…!!!
O el caso de Christian el león
El toro que llora
Boris, el toro, fue rescatado por Hillside Animal Sanctuary, ( en Inglaterra) de una granja de producción industrial, donde las espantosas condiciones de existencia lo habían enfermado. Aunque, una vez rescatado, se le proporcionaron todos los cuidados, no logró sobrevivir. Antes de morir, lloró con su cuidadora, quizá por agradecimiento, quizá por pena por no tener ya más fuerzas. Todos los animales sienten y sufren.
Algunos científicos y filósofos señalan evidencias y argumentos que apuntan a que todos los seres sintientes (todos los individuos con sistema nervioso activo) son seres conscientes:
Todos los seres con capacidad de sentir
sienten, y que en lo que se refiere al hecho de sentir sienten todos por igual.
Por tanto, es injustificadamente
discriminatorio establecer jerarquías morales
entre especies. No
trato de igualar lo que no es
igual, sino de tratar de manera igual los casos que son iguales o muy
similares.
La capacidad de sentir implica necesariamente que alguien (el sujeto) experimenta algo(la sensación). La sensación no se puede dar en el vacío (una sensación que no tiene quien la experimente es algo lógicamente absurdo). Por tanto, tiene que haber conciencia. Conciencia de algo (la sensación) y autoconciencia de alguien (el sujeto que siente).
En el campo de la neurobiología se han realizado miles de estudios con animales de varios géneros que comprueban que la fauna también posee una conciencia que les permite percibir el sufrimiento ajeno y propio, discernir entre lo bueno y lo malo, entre otros rasgos que sólo se le atribuye a la raza humana.
Los estudios realizados, más allá de lo que científicamente se descubra, tratan de concientizar al ser humano respecto al trato que se les da a todas las especies vivas.
Quizá los animales no están cerebralmente desarrollados para poder vivir experiencias mentales y psicológicas complejas. Sin embargo, dentro de su yono-racional, poseen una noción que les permite sentir la empatía y el respeto de los demás por su propia vida.
¿ Recuerdan el video de este chimpance pidiendo que lo rescataran del zoologico utilizando el lenguaje de señas ? !!!...Sobran las palabras…!!!
O el caso de Christian el león
El toro que llora
Boris, el toro, fue rescatado por Hillside Animal Sanctuary, ( en Inglaterra) de una granja de producción industrial, donde las espantosas condiciones de existencia lo habían enfermado. Aunque, una vez rescatado, se le proporcionaron todos los cuidados, no logró sobrevivir. Antes de morir, lloró con su cuidadora, quizá por agradecimiento, quizá por pena por no tener ya más fuerzas. Todos los animales sienten y sufren.
Algunos científicos y filósofos señalan evidencias y argumentos que apuntan a que todos los seres sintientes (todos los individuos con sistema nervioso activo) son seres conscientes:
“No sólo los seres humanos tienen conciencia; ésta le pertenece en diferentes grados a todos los animales que cuentan con sistema nervioso, y de manera particular también las propias células la poseen”Rodolfo Llinás; jefe del Departamento de Fisiología y neurociencias de la Facultad de Medicina de la Facultad de Nueva York.
“Cualquier ser sintiente, por definición, tiene conocimiento de sí mismo, porque que sea sintiente significa que es de tal clase que reconoce que es ese ser, y no algún otro, el que experimenta el sufrimiento que tiene interés en no experimentar. Cualquier ser que sea consciente del dolor tiene que tener algún conocimiento de sí.”Gary Francione; profesor y especialista en ética animal.
Sintiencia: la capacidad de sentir ♥♥♥
Jordi Sabater
Pi; etólogo
Aunque por muy obvias que a muchos nos puedan parecer ciertas
cosas, entiendo que eso no implica que no sea
igualmente legítimo someterlas al análisis racional para
intentar comprobar su veracidad. No sería de extrañar que a alguien que, por
algún motivo, no tuviera unos conocimientos básicos sobre astronomía podría
resultarle muy obvio que es el
sol el que se mueve alrededor de la tierra, cuando en
realidad
es justo al contrario.
La ciencia
trata sobre lo que son o cómo son las cosas, los hechos de la
realidad natural, mientras que la ética trata acerca de cómo
debemos comportarnos correctamente (de acuerdo con la lógica). Pero si bien son ámbitos
diferentes, no deberíamos tratarlos de
manera radicalmente distinta. Es decir, la ética
debe basarse también en los hechos. Hechos empíricos y hechos lógicos. Y a
partir de ahí deducir las razones
morales que deben guiar nuestro
comportamiento. Hay por tanto una clara diferencia de sentido, pero
no la
hay en lo que se refiere al método: el método racional, la
racionalidad.
Si aplicamos la razón en la ética
podremos ver que si la ética se refiere a la
consideración y protección de los intereses, esto
implica que debemos incluir en la comunidad moral a todos
los seres
que sabemos -de acuerdo a las evidencias- que tienen
intereses (ya que tienen la
capacidad de sentir). Y aplicando el principio de igualdad debemos
concluir que no podemos discriminar de esta igual consideración de
intereses a algunos individuos sólo
porque posean ciertas características concretas (raza, sexo,
especie, orientación sexual) que en nada afectan a la
capacidad de sentir y tener intereses.
Esto no lo considero un punto de
vista; lo considero un hecho. Un hecho moral. Además, el punto de vista en sí
no es
lo relevante en una discusión racional. Lo relevante son las
evidencias, argumentos y pruebas que aportemos para explicar y fundamentar una
postura. Ciertamente, las evidencias por sí solas no
construyen
la ética, pero nuestra ética debe estar
basada en las evidencias, no en creencias y
prejuicios.
No considero
nunca
estar defendiendo una determinada postura o creencia, sino que trato de
exponer un hecho comprobado por las evidencias, tanto
empíricas como lógicas. No se trata de creer esto o de creer lo otro, sino de
reconocer evidencias. Se trata de llegar a conclusiones
mediante razones. No de
racionalizar creencias con el fin de intentar
justificarlas a posteriori. “Hay buenas razones para suponer que los [demás]
animales
poseen una conciencia parecida a la nuestra.
(…) Según mi hipótesis, no sólo tienen conciencia
los demás hombres, sino también los [demás]
animales.”
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de
sentir? La
sintiencia es un término que proviene del
inglés sentience y que equivale a lo que tradicionalmente se ha llamado sensibilidad o facultad
de sentir. Esto
es, la capacidad de experimentar
sensaciones, de tener experiencias
subjetivas. “La
conciencia es una propiedad del cerebro. Y
digo del cerebro. No añado humano. Es una propiedad del cerebro que
los humanos consideramos propia de nuestra
especie, pero probablemente hay otros animales que
disponen de grados de conciencia tan evolucionados como el
humano.”
La
afirmación del profesor Acarín es en
realidad bastante conservadora. De hecho, cualquier ser con un sistema nervioso
activo (ya sea central, radial o periférico) tiene la
capacidad de sentir, y eso implica que tiene conciencia
-conciencia de sí mismo y de los demás-. Sentir implica necesariamente autoconciencia. Es
decir, la aparición de la
subjetividad. Aquí reside la
diferencia entre ser algo o ser alguien. Así lo explica detalladamente el profesor Gary Francione en su libro “Introducción a los
Derechos Animales”
(concretamente en el capítulo V). Un texto de lectura ineludible.
Y también en su blog habla a menudo sobre la
importante cuestión de la
sintiencia:
El término “mente” es simplemente la
manera que tenemos de referirnos a procesos
conscientes del cerebro, en el ámbito
de la
psicología y la filosofía. No creamos que existe
una entidad llamada “mente” que tiene su
residencia en el cerebro.
(De
la misma manera que muchos creen que existe algo llamado “alma” que tiene su
residencia en el cuerpo). Porque
ni la
subjetividad ni la mente están
situadas en ningún punto preciso, ya que no son objetos sino que son una
actividad neuronal.
En realidad, las experiencias subjetivas
no se producen en todo el cerebro sino sólo en ciertas neuronas que están
capacitadas para procesar información en forma de
impulsos eléctricos. De todos modos, sin el resto del sistema nervioso el
cerebro no puede sentir absolutamente nada. Sentimos porque tenemos un sistema
nervioso activo. El cerebro es sólo una parte del sistema
nervioso. Decir que sentimos porque tenemos cerebro es tan
incorrecto como decir que podemos ver porque tenemos pupilas.
Para sentir lo que
se necesita es
tener un sistema nervioso activo. El cerebro no sería un requisito
estrictamente necesario para experimentar
sensaciones, sino solamente el tener neuronas
receptoras capaces de procesar
información. Acerca de la existencia de neuronas que
realizan la
función específica de la
consciencia subjetiva me baso en estudios neurocientíficos. Por
ejemplo, los del profesor Geldstein,
acerca de la
percepción sensorial. O los de Antonio
Damasio
Esto no quiere decir que
cualquier neurona no pueda realizar en principio la
actividad sensorial que produce la subjetividad, sino simplemente
que en el caso de lo que llamamos cerebro es
posible que haya neuronas que se han especializado en esta
función concreta.
Las
aportaciones de Damasio me parecen
especialmente importantes al respecto.
Según su teoría, la experiencia subjetiva se
produce como resultado de la
interacción entre diferentes neuronas. La
consciencia no reside propiamente en ningún sitio
concreto sino que se trata de una actividad. Además, según Damasio,
el sistema nervioso en los organismos animales más simples ya
hace
las funciones básicas de nuestro
cerebro.
Esto quiere decir que el cerebro es simplemente una parte desarrollada
y
especializada de nuestro sistema
nervioso.
Aunque hay que tener
en cuenta que en general son trabajos científicos un tanto sesgados
por el antropocentrismo y siempre se centran en el ser humano o en las
semejanzas de otros animales con el ser humano (primates,
mamíferos, aves). Aunque hay casos como el de
Rodolfo Llinás(jefe del Departamento de
Fisiología y neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York) que no se dejan influir por estos
prejuicios:“No sólo los seres humanos tienen conciencia;
ésta le pertenece en diferentes grados a todos los animales que
cuentan con sistema nervioso, y de manera particular
también
las propias células la
poseen.”
Por otra parte, una
sensación
es una experiencia subjetiva en sí misma, y no puede haber experiencia
subjetiva alguna sin sensación. Del mismo modo, no hay sensación sin sujeto. Si
un sistema nervioso tiene la función de producir
sensaciones entonces
cualquier ser con sistema nervioso es un sujeto, es
decir, una persona. (En los apuntes
de
esta nota apunto a la idea de que el sistema
nervioso en ciertos organismos animales ya cumple desde el
principio la función sensorial que en
organismos más complejos realiza una parte de nuestro
cerebro.)
Es importante reconocer
que
la sintiencia como tal implica auto-consciencia (consciencia de uno
mismo).
Esto es por el simple hecho de que no
se puede experimentar una sensación sin que haga referencia a un sujeto. Una
sensación no se puede dar en el vacío. La sensación
es la experiencia subjetiva, que
precisamente es el fundamento de lo que
entendemos por autoconsciencia.
Por otra parte, es un error muy frecuente
equivaler la capacidad de sentir con la
capacidad de sentir dolor y placer. Hay muchas
sensaciones que no se pueden catalogar
dentro de la categoría de placer o de
dolor. La
capacidad de sentir (que tienen todos los seres con
sistema nervioso activo) es la
capacidad que tiene un ser de experimentar sensaciones, de
tener consciencia de sí mismo frente a lo que le rodea, y
esto es lo que lo hace ser alguien
-no algo-. Esto es lo
relevante, no el placer y el dolor.
- Sentir no equivale solamente a sentir dolor o sentir placer.
Hay muchas
sensaciones que no se pueden catalogar
como dolor y placer. Hay personas que debido a un
trastornofísico o psicológico no pueden
sentir dolor o sentir placer, a pesar de
que siguen teniendo la capacidad de sentir. Por
lo tanto, no es difícil ver que sentir no
equivale a sentir dolor y placer. La sintiencia abarca muchos más
aspectos. Porque lo importante es la
capacidad de sentir. Sufrir y disfrutar es sólo
una parte de lo que implica sentir. Lo relevante del hecho de que un ser pueda
sentir es
que tiene intereses. Si un ser puede sentir es
alguien (y no algo), es una persona.
Esto es lo
importante.
La sintiencia es el
hecho moralmente relevante (no el dolor y el placer).
Porque la
sintiencia implica autoconciencia. Esto significa que un ser que
siente es
alguien, no es algo. Es un
sujeto y por tanto una persona. Tiene intereses que merecen ser moralmente
considerados y respetados por nosotros. Los demás
animales
son personas con derechos que debemos respetar.
En relación con esto,
considero que, al igual que el placer, el dolorno es un
fin en sí mismo sino sólo un medio para asegurar nuestra
propia existencia. El dolor existe porque sirve para conservar la
vida. Lo relevante es el hecho mismo de sentir, y
no el tipo de sentir que tengamos. Lo relevante es que somos alguien, aparte de
que sintamos dolor y placer.
Nuestro
interés primordial consiste en proteger nuestra vida, nuestro
organismo, de las agresiones o
desórdenes que
pueda padecer. El dolor es una señal de alarma
que nos indica un peligro para nuestra
integridad. Teniendo esto en cuenta deberíamos
comprender que lo relevante para respetar a alguien es el
interés que tiene en vivir; un interés que se deriva de la propia
capacidad de sentir, y sin la cual no podría existir ni darse
como tal.
- La sintiencia en sí misma no es una cuestión de grado aunque la sintiencia pueda albergar grados.
Según ese argumento, sería menos
condenable el asesinato de un bebé que el de un
adulto, debido a que el bebé tiene una complejidad sintiente menor
que
la de un adulto sano. Esto no es
aceptable de ninguna manera. Independientemente de la
complejidad con la que perciban
sensitivamente el mundo, ambos tienen un interés fundamental en vivir y evitar
que les
hagan daño, que debemos respetar por
igual.
No veo ninguna razón por la que debamos pensar que a partir
de la
complejidad sensitiva deberíamos establecer una jerarquía de
valor entre diferentes seres
sintientes. Dentro del contexto ético, el concepto de jerarquía no es
moralmente aceptable porque partimos del principio de igual
consideración. Esto quiere decir que casos
iguales
deben ser tratados de manera igual. Las diferencias son
aceptables pero no las
jerarquías. No acepto ninguna jerarquía, y creo que deberíamos librarnos de
todas ellas.
Afirmar que un animal merece menos respeto o
consideración que otros sólo por el hecho de que su capacidad de sentir es
supuestamente menos compleja
que
la de otros me resulta tan absurdo como afirmar
que
la vida de un manco merece menos consideración o respeto
que
la de quienes contamos con dos brazos debido
a que nuestro aparato locomotor es más
completo o complejo. Un sistema nervioso central no es en sí lo moralmente
relevante. Lo relevante es la
sintiencia. El hecho de sentir. La experiencia subjetiva. El
sistema nervioso central es simplemente un objeto, y los
objetos no son moralmente relevantes.
Los objetos nunca pueden ser moralmente relevantes por
sí mismos, independientemente de la función que cumplan.
Sólo
las personas lo son. Por tanto, el sistema nervioso central no es
relevante. Lo que ocurre es que debemos respetarlo porque la persona
de la
cual forma parte ese órgano tiene un interés
fundamental en que sea respetada su vida y su integridad
física.
- El cerebro es una parte más del sistema nervioso central, y no equivale a él. Por muy importante que sea el cerebro, ambos términos no son equivalentes.
Es conocido el hecho de
que
las lombrices descargan
endorfinas cuando reciben un daño. Las endorfinas son hormonas que
segrega el organismo con el objeto de atenuar la sensación de dolor. Las
lombrices
no tienen propiamente cerebro pero tienen sistema nervioso. Y es el
sistema nervioso lo que ocasiona la capacidad de sentir, es
decir, la subjetividad.
No importa que no pueda haber un sistema nervioso central sin el
cerebro para comprender el hecho de que el cerebro sigue siendo una parte, y
no la
totalidad, del sistema nervioso central, el cual también consta de
otras partes que no son
cerebro. La subjetividad tiene que ver con el
hecho de sentir. La sensación se experimenta en la
interacción de las células
nerviosas -las neuronas-, no en el
cerebro. El cerebro no es más que una determinada
disposición compleja de células nerviosas.
Por ejemplo, los ganglios neuronales
de las lombrices
no
es un cerebro (creo que si lo fuera lo llamarían así). Esos
ganglios simplemente son un conjunto centrado de células
nerviosas. No por ello me parece justificado suponer que su subjetividad es
“reducida”. Su tamaño es pequeño comparado con el
nuestro pero su subjetividad no
tiene por qué ser menor que la nuestra. La
subjetividad en sí no es una cuestión
de grado.
Hay muchos animales con sistema nervioso que no
tienen propiamente cerebro. Un caso conocido son las
medusas. Y es que el hecho de sentir no
requiere necesariamente del cerebro, sólo del
sistema nervioso. Y es de la
sintiencia -no de la inteligencia- de donde
proviene la
subjetividad
Esta cuestión
no trata sobre contradicción sino sobre equivalencia. Tal vez es
contradictorio hablar de un ojo que carece de
pupila, pero igualmente la
pupila no es
equivalente al ojo. Ocurre lo mismo respecto del sistema nervioso
central y el cerebro. La cuestión es que
el cerebro es una parte del sistema
nervioso central y no su totalidad. Pertenecen a categorías diferentes y por
tanto no son equivalentes. Ciertamente, una neurona por sí misma no tiene sensaciones. Pero
un cerebro por sí solo, sin el resto de componentes del
sistema nervioso, tampoco puede experimentar nada.
- El concepto de jerarquía es contrario a las evidencias científicas y al valor moral de la igualdad. Los animales no somos superiores ni inferiores. Somos solamente diferentes.
Debemos cuestionar
y deslegitimar el trasnochado
concepto de escala
(jerarquía) evolutiva. Por ejemplo,
afirmar que un perro “siente más” que una hormiga, me parece simplemente una
afirmación gratuita ¿En qué evidencias probadas al respecto
se basaría dicha afirmación? Además, el hecho de valorar o categorizar a un
individuo concreto por la especie
a la
que pertenece es especista de por sí. No tiene en
cuenta las diferencias
individuales.
Siguiendo el criterio “gradualista” (jerárquico) resultaría que el asesinato
de un humano que tenga una vista excepcional sería más grave que el de otro
humano similar pero que tuviera veinte
dioptrías. Me parece absurdo ese planteamiento. El que uno vea mucho
mejor que el otro no afecta a la capacidad de sentir en sí
ni tampoco a sus intereses fundamentales
(vivir, evitar el daño, en disfrutar de la
vida,…).
No hay argumentos válidos que justifiquen la
postura que defiende jerarquías morales entre los diferentes
animales sintientes. Y no
me parece correcto llamarla “gradualista” sino más bien
jerarquista. Porque establece jerarquías
arbitrarias. De hecho todas las jerarquías son arbitrarias.
Deberíamos librarnos de ellas y diferenciarnos entre nosotros
sólo por la
función que cumplamos sin que eso
influya en nuestro valor inherente como
personas.El tamaño no influye ni condiciona necesariamente la
complejidad del sistema sensorial. Ni tampoco afecta a los
intereses fundamentales. Todo
ser sintiente – por el hecho de ser sintiente – tiene un interés fundamental en
conservar su vida, desarrollarla,
disfrutarla
y evitar todo aquello que le cause un daño.
El hecho de que haya
diferencias sensitivas no implica en ningún caso que las vidas
de unos valgan más o menos que las de otros. Porque el valor inherenteaparece con la
capacidad de sentir en sí. La sintiencia no es
cuestión de grado. Es una
cualidad. Puede diferir tal vez en forma o complejidad, pero en sí misma no es
ninguna cuestión de
grado.
La
escritora Joan
Dunayer ha hablado abudantemente acerca de las
evidencias de la capacidad de sentir en
los animales invertebrados.
- Es importante no confundir capacidades sensitivas con capacidades cognitivas. Son dos ámbitos diferentes.
La capacidad cognitiva de un
individuo no es un hecho moralmente relevante
en lo que se refiere a la hora de ser incluido y
valorado moralmente, puesto que esa
capacidad no afecta a su capacidad sensitiva o sensorial. Ya que una cosa
es la sintiencia y otra
diferente
es la inteligencia, aunque a menudo se
confundan o mezclen.
La
capacidad cognitiva sólo es relevante en lo que se
refiere a determinar si alguien es moralmente responsable o no lo es.
Nosotros tenemos un tipo de capacidad cognitiva que nos permite ser
conscientes de que lo que hacemos afecta a
los demás y que nos capacita para distinguir entre el bien y el mal.Una
sensación no es un pensamiento.
Una sensación es un hecho físico que no requiere de ser experimentada de manea consciente ni intelectualizada. La mente implica subjetividad, pero la mente no es un hecho físico, sino que a ciertos hechos físicos (pensamientos) los denominamos mente para hablar de ellos en su aspecto subjetivo según nosotros los percibimos.
La capacidad de experimentar sensaciones o de tener intereses -que son las funciones inherentes de la sintiencia- no se ven alteradas por nuestro grado de inteligencia. Una persona con menor coeficiente intelectual no siente menos el dolor (o cualquier otra sensación) ni tiene menos interés en vivir que otra con un considerable mayor coeficiente intelectual. Luego las jerarquías cognitivas no son un criterio válido para establecer jerarquías morales. Que en ningún caso sería lícito establecer.
Una sensación es un hecho físico que no requiere de ser experimentada de manea consciente ni intelectualizada. La mente implica subjetividad, pero la mente no es un hecho físico, sino que a ciertos hechos físicos (pensamientos) los denominamos mente para hablar de ellos en su aspecto subjetivo según nosotros los percibimos.
La capacidad de experimentar sensaciones o de tener intereses -que son las funciones inherentes de la sintiencia- no se ven alteradas por nuestro grado de inteligencia. Una persona con menor coeficiente intelectual no siente menos el dolor (o cualquier otra sensación) ni tiene menos interés en vivir que otra con un considerable mayor coeficiente intelectual. Luego las jerarquías cognitivas no son un criterio válido para establecer jerarquías morales. Que en ningún caso sería lícito establecer.
- La capacidad de sentir es el fundamento de la personalidad
La capacidad de sentir implica necesariamente que alguien (el sujeto) experimenta algo(la sensación). La sensación no se puede dar en el vacío (una sensación que no tiene quien la experimente es algo lógicamente absurdo). Por tanto, tiene que haber conciencia. Conciencia de algo (la sensación) y autoconciencia de alguien (el sujeto que siente).
En realidad, no hay ninguna persona que carezca de sintiencia.
Porque para ser persona -para ser alguien (y no algo)- es
requisito necesario la
capacidad de sentir. La sensación es por
definición una experiencia subjetiva y esto implica que haya un sujeto
-alguien- que la experimenta. No se puede dar una
sensación en el vacío, sin hacer referencia a un sujeto.
Cualquier ser que posea la capacidad de sentir tiene
que tener también, al menos, una cierta conciencia básica de sí mismo. Sentir
implica que es uno mismo -y no otro- el que
experimenta un sensación. Las sensaciones no se
producen en el vacío. Sentir significa que alguien (un sujeto) siente algo (una
experiencia). Por lo tanto, todos los seres sintientes son
también seres conscientes.
Sintiencia y consciencia son dos aspectos relacionados
de un mismo fenómeno.
Tomado de Pijamasurf
y Killuminati2012′s Blog
Fuente video NYC812
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