Consejos para verlas:
Fuente: El despertar del cementerio.
En España podremos contemplarlas desde las diez de la noche a las tres de la madrugada, tanto el sábado como el domingo, pero el pico máximo de 100 meteoros nos pillará de día. Representación del cielo nocturno correspondiente a las 2.30 horas del domingo 12 de agosto de 2012 y a la localización del Observatorio del Teide en Tenerife, Canarias. Son una cita ineludible de agosto. Las Perseidas, popularmente conocidas como «lágrimas de San Lorenzo», podrán contemplarse este fin de semana.
En España podremos contemplarlas desde las diez de la noche a las tres de la madrugada, tanto el sábado como el domingo, pero el pico máximo de 100 meteoros nos pillará de día. Representación del cielo nocturno correspondiente a las 2.30 horas del domingo 12 de agosto de 2012 y a la localización del Observatorio del Teide en Tenerife, Canarias. Son una cita ineludible de agosto. Las Perseidas, popularmente conocidas como «lágrimas de San Lorenzo», podrán contemplarse este fin de semana.
La lluvia de estrellas
tendrá su máximo de actividad entre las 14.00 y las 16.30 (hora peninsular
española) del domingo, momento en el que se espera una media de 100 meteoros por
hora. Desgraciadamente, el máximo se producirá durante el día, así que el
mejor momento para observarlas coincidirá con las noches anterior y posterior al
mismo, es decir, las noches del sábado al domingo y del domingo al lunes, informan desde el
Instituto de Astrofísica de Canarias.
Aunque la Luna estará en fase menguante y su
brillo no debería ser un obstáculo para la observación de esta particular
lluvia, su cercanía al radiante (zona del cielo de la que parece proceder la
lluvia por un efecto de perspectiva), sí puede dificultarla. Por este motivo, el
período óptimo de
observación será la primera parte de la noche, una vez que el cielo esté
oscuro y antes de que la Luna haga su aparición sobre el horizonte, es decir, entre las 22.00 h y las 2.00-3.00 horas.
Las llamadas estrellas fugaces son en realidad pequeñas
partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena,
que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Cuando
un cometa se acerca a las regiones interiores del Sistema Solar, su núcleo,
formado por hielo y rocas, se sublima debido a la acción de la radiación solar y
genera las características colas de polvo y gas.
La corriente de partículas
resultante se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por La
Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de
polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera
terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre
científico de meteoros.
A oscuras y a simple vista
Cada año por estas fechas nuestro planeta
cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó
cerca del Sol por última vez en 1992. La lluvia de meteoros que se produce suele
tener su máxima actividad entre el 12 y 13 de agosto, aunque el fenómeno es
apreciable en menor intensidad desde la segunda mitad de julio hasta finales de
agosto. El nombre de Perseidas se debe a que su radiante se encuentra en la
constelación de Perseo.
La mejor forma de disfrutar de la lluvia de
estrellas es a
simple vista, sin prismáticos ni telescopios, y en una posición cómoda
que permita ver el mayor campo de cielo posible. Cualquier punto de observación
(playa, terraza, campo, etc.) es bueno, siempre que tenga un horizonte despejado
hacia el Nordeste (dirección en la que se encontrará el radiante) y esté
alejado de luces
brillantes. Se recomienda mirar a unos 20º alrededor del radiante, ya que
la mayor parte de los meteoros aparecerá en esta región. Así, no se perderá las
Perseidas.
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