viernes, 17 de agosto de 2012

Físicos cuánticos: más cerca de Dios que los teólogos del Vaticano

Cuando se dice que los científicos de la física cuántica están más cerca de Dios que los del Vaticano, no les falta razón, es que la única respuesta posible ante el gran dilema que tienen planteado solo puede ser Dios, que es la energía del Amor que llena todo el Universo conocido y no conocido.


¿Cuál es el gran dilema que se plantean los científicos actuales y que jamás podrán resolver sin poner a Dios en la ecuación?, pues después de haber llegado a la teoría de las cuerdas, que es la que mejor define la estructura del átomo, y da una respuesta lógica, científica a su propia existencia, concretamente de su núcleo, los quark, se encuentran con un problema que no tiene solución, ¿por qué las tres energías básicas de la materia no son iguales, y son como son, tan distintas?, éste es el gran problema de la física cuántica actual sin solución.


Las energías que componen la esencia de la materia, las tres fuerzas básicas que la constituyen son, la fuerza de la gravedad, que permite que las cosas estén sujetas al suelo, y que se atraigan los cuerpos celestes, formando sus órbitas, la fuerza de cohesión, que hace que los electrones y los protones giren alrededor del núcleo del átomo, sin escaparse de las órbitas, y la fuerza nuclear que hace que los quark no se separen del núcleo. Sin estas tres fuerzas no existiría la materia conocida.

Hasta aquí, normal, lo que no es normal y no tiene solución, es que si esas energías o fuerzas se formaron en el momento del Big Bang, creando a la vez la materia, el tiempo y el espacio, saliendo como afirma la ciencia de una manera aleatoria, sin nadie que dirigiera el acontecimiento del nacimiento del Universo, pues en vez de ser iguales esa tres fuerzas, que sería lo lógico, resulta que la de la gravedad es 10.000 veces más potente que la de cohesión, y la de cohesión, mil veces más fuerte que la nuclear, y eso no puede ser normal, ¡no puede ser una casualidad!.

Y ¡están desconcertados! No pueden avanzar, no tiene solución matemática ni física, y son tan listos pero a la vez tan tercos, que se niegan a admitir que solo Dios es la respuesta, porque si las tres fuerzas se crean en el primer milisegundo de tiempo después del Big Bang, ¡no pueden constituirse tan diferentes sin la intervención Divina!, lo que demuestra que el Verbo de Dios está detrás de la creación de la materia, solo puede existir así, y eso solo lo sabe Dios, no es una casualidad, es la causalidad de Dios, su Voluntad manifestada de crear materia para poder albergar luego vida, para seguir el proceso evolutivo y llegar al hombre, no como descendiente del mono, gran falsedad asumida por casi todo el mundo, sino al hombre como una creación de Dios a su imagen y semejanza, por eso nos dotó de inteligencia, que es un atributo de Dios, y del hombre en una infinitésima parte y le dio el don más importante, el de la espiritualidad, y es el hombre espiritual que hoy está en peligro de extinción.

Dejad que les explique un poco lo del Big Bang, los científicos sostienen que antes del Big Bang no había materia, ni espacio ni tiempo, lo cual es cierto, solo había luz, la Luz de Dios, ellos como no la comprenden le llaman “la nada”.

Pero curiosamente, en esa nada, había una partícula de algo que no se sabe lo que es, que contenía toda la energía del universo a unas presiones y temperaturas infinitas y en un punto infinitamente pequeño. Fijaros a donde llega el maligno, que ellos ven más claro que dentro de la nada hubiera algo infinitamente pequeño, casi nada, que se acerca a “la nada” que es donde estaba esa partícula desconocida, (que ahora intentan crear sin éxito en el gran acelerador, y ya lo pueden probar, que nunca la podrán crear), una partícula que no saben lo que es, y que le acaban llamando la partícula de Dios, pero no quieren llegar a la aceptación de Dios, a la verdad, la única posible, que Dios ha dirigido esa creación, porque lo más importante, si esas tres fuerzas tuvieran proporciones diferentes, la materia, la vida y el hombre no hubieran sido posibles, solo esa ecuación era la correcta, y eso solo lo puede saber Dios y solo lo puede hacer Dios. ¿Puede la ciencia demostrar que detrás de la creación del Universo no está Dios, que hizo lo único que se podía hacer?, y eso no puede ser fruto de la casualidad.

Bueno pues esa partícula de Dios, en un momento dado, que tampoco tiene explicación, y se vislumbra en el Génesis, Él creó la materia creando la partícula de Dios en su mente, y la energía, con Su Verbo, y su Amor creó el resto hasta hoy.

Pues el Big Bang es la partícula de Dios que explota y crea el tiempo, que no existía hasta ahora, necesario para la materia y especialmente para el espacio, que fijaros que es relativo al tiempo, esencial, el espacio, necesario para que la materia circule por algún sitio, y la materia en forma de energía, que se expande y choca entre sí, fundiéndose sus núcleos y creando átomos, el ladrillo del universo, que se forman por las fuerzas de cohesión y la nuclear, y la de la gravedad, que también se forma en esa explosión gratuita, junto a la energía nuclear que da consistencia al átomo, y la de cohesión que posibilita su existencia al cerrar los campos gravitatorios de los electrones y protones en un universo pequeño, lleno de vacío, puro vacío.

¿Hasta aquí, está claro?, fijaos, un resumen, de ese punto vacío y pequeño donde todo está condensado, explota y sale por las buenas energía en forma casi infinita, y tres fuerzas la de la gravedad, la de cohesión y la nuclear, así, sin más. Pero no iguales al nacer, sino muy, pero muy diferentes, en una proporción única que posibilita la vida. Hasta aquí llega la ciencia, nada más. Pues esa materia creada de la nada, según los científicos, gracias a las fuerzas de la gravedad, la de cohesión y la nuclear, se van uniendo entre sí, y forman cuerpos celestes, y estrellas, y planetas, y bueno el resto ya lo sabéis, salvo lo del mono, lo demás todo es cierto, lo del mono es una invención del maligno para convertiros en seres des-espiritualizados, que es lo que ahora sois.

El Universo así creado y conocido por la ciencia es infinito, y sostiene que es así porque no puede ser de otra manera, después de muchas pruebas y mucho tiempo, lo que hay es lo que tenía que ser, es lo que no se ha destruido por aquello, de prueba error o acierto. Lo que no se acertó no existe, y lo que existe ha superado la prueba del tiempo. Esta filosofía es la que hoy impera en la comunidad científica actual, y se lo creen.

Es como si escogiéramos una obra de Mozart, tomáramos todas sus partituras, les sacáramos todas las notas, una a una, las pusiéramos en un bombo, las mezcláramos bien, y luego al sacarlas aleatoriamente volviera la misma melodía, la misma obra, es imposible, pero ellos se lo creen, ¡sí se lo creen!, se creen que se puede formar la obra de Mozart de forma aleatoria, y quieren que os lo creáis, así la belleza de la creación, esa sublimidad de la belleza, en la naturaleza, en los animales, en las plantas, todo eso es una casualidad, dicen ellos, se ha formado aleatoriamente, y una ley del universo es que todo tiende al caos, lo evidente no lo ven, no ven la mano de Dios detrás.

Bueno para llegar a conocer esa creación, ese Big Bang, necesitan conocer algo de la estructura del átomo, y han hecho muchos progresos, casi logran conocer cómo se constituye el átomo, como también están cerca de crear vida, como también pretenden crear la partícula divina. El hombre quiere ser como Dios, pero nunca podrá, mientras, le niega, cierra los ojos ante lo evidente.

Al estudiar lo infinitamente pequeño se han encontrado con la física cuántica, y ahora están más cerca de Dios que nunca.

Les contaré tres cualidades de la física cuántica, a ver si lo entienden , porque ellos lo entienden, lo han comprobado científicamente.

Una, una partícula cuántica puede estar y no estar en el mismo momento de tiempo y espacio.

Dos, una partícula cuántica puede pasar por dos agujeros diferentes en el tiempo y en el espacio, a la vez.

Tres, las partículas cuánticas son impredecibles, nunca siguen un patrón.

Bueno, ¿no es más fácil aceptar a Dios que a esas tres condiciones, que son así?, si, la ciencia lo sabe, pero no acepta a Dios. Entonces, ¿también se crearon esas leyes universales en la explosión del Big Bang por casualidad?, ¿no es más correcto decir que el universo se creó con esas leyes, porque Dios lo dispuso así?, si no fuera así, la materia tampoco existiría, luego concluyendo, ¿no son ya muchas casualidades?

El átomo es el ladrillo del Universo creado, se compone de un núcleo, y a su alrededor, fijaros bien, hay espacio vacío, alrededor del núcleo, como si de nuestro universo se tratara, giran electrones, y protones, y fotones, y muchas cosas más, pero es un espacio vacío. ¿Lo estáis entendiendo?, todo lo que vemos es falso, no existe, ni nuestra propia existencia existe, si no fuera por la voluntad de Dios de que seamos lo que somos, y que veamos y sintamos lo que sentimos y vemos, seríamos solo espacio vacío, la misma nada de la que salimos, que es lo que somos cuánticamente, y esto es ciencia, no fe.

Pero dentro del núcleo del átomo, hay tres quark, la partícula de materia más pequeña que se conoce, y la pregunta es, ¿de dónde reciben energía estos quark que forman el núcleo del átomo?, el ladrillo del universo, todo lo que existe en el plano físico está compuesto por átomos, y todos los átomos son iguales. ¿Hasta aquí lo habéis comprendido?, bueno, pues dentro de los quark hay unas “cuerdas” que vibran, (de ahí la teoría de las cuerdas), esa vibración también se creó de la nada, por casualidad, (y ya van demasiadas para no pensar que Dios es la única respuesta posible), esas cuerdas vibran también aleatoriamente, sin nadie que dirija esta sinfonía universal que es la creación, y que sin un director de orquesta especialmente bueno, no podría interpretar la actual sinfonía universal de belleza que disfrutamos ahora.

Y lo más importante, si esas cuerdas no vibraran, se acabaría la materia al momento, se acabaría el universo en un instante, así de simple, luego, si no es Dios quien hace vibrar esas cuerdas con Su Verbo, ¿por qué vibran?, ¿otra casualidad?

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