Un repaso a este importante tema que todavía a día de hoy sigue
siendo desconocido a pesar de continuar causando disfunciones hormonales y
tumores desde hace décadas. Todos tenemos en nuestro cuerpo una acumulación anormal de ciertas sustancias
artificiales que nuestro sistema confunde con las propias hormonas. Se les
llama disruptores hormonales, disruptores endocrinos o mimetizadores hormonales.
TODOS estamos sometidos a este importante problema, ya que estas sustancias
alteran nuestros mecanismos hormonales naturales de diferentes formas:
Un aspecto fundamental de este problema son las sinergias e
interacciones entre estas moléculas. No tiene nada que ver el efecto de una
sola sustancia estudiada en laboratorio, que el cóctel tóxico y complejo que son
nuestros cuerpos, donde las sustancias intereaccionan entre sí,
potenciándose.
Fuente: Conasi
- Ocupan el lugar de las hormonas.
- Bloquean la acción de las hormonas.
- Modifican la síntesis de hormonas.
- Se acumulan en el tejido graso, se transmiten en la cadena alimentaria y de madres a hijos en todas las especies animales y por supuesto, en todos los humanos (¿sabes que el primogénito carga con el 60% de los tóxicos de la madre, que ésta le transmite a través de la placenta y lactancia?).
¿Cuales son las consecuencias?
- En animales hay múltiples casos documentados en zonas de vertidos: problemas en el desarrollo sexual de machos, incapacidad para la reproducción, malformaciones, elevada mortalidad de crías, hembras con anomalías en ovarios, masculinización en hembras, machos con expresiones fenotípicas femeninas, etc.
- En personas, los diruptores hormonales están relacionados con:
- Disminución del contaje espermático.
- Alteraciones en sistema genitourinario.
- Infertilidad.
- Cánceres hormono-dependientes (testículo, próstata, ovario, mama…).
- Múltiples problemas menos específicos, relacionados con la gran complejidad de nuestro sistema hormonal, como desórdenes metabólicos y enfermedades neurológicas.
¿Cuáles son las sustancias que actuan de este modo?
Miles de sustancias, algunas son:- Pesticidas organoclorados, como el DDT (aunque no se use hace años, está en la sangre de todos, ya que no se elimina).
- PCBs: componentes eléctricos, plantas industriales, industria petroquímica.
- Alquilfenoles en algunos plasticos, detergentes y espermicidas.
- Bisfenol A (PBA): en algunos plásticos.
- Ftalatos: en algunos plásticos.
- Parabenes: en perfumería.
- PFOs: teflón y Goretex.
¿Qué hacer?
Es muy importante evitar estos tóxicos en la medida de lo posible. Algunas recomendaciones:- Evitar los plásticos tóxicos, sobre todo en contacto con alimentos.
- Consumir productos ecológicos.
- Utilizar cosmética libre de parabenes y otros tóxicos.
- Extremar las precauciones durante embarazo, lactancia y primera infancia.
- No utilizar teflón en ningún utensilio de cocina. No utilizar impermeabilizantes derivados del teflón.
- Informarse adecuadamente para poder elegir.
Debemos acogernos al principio de prudencia, puesto que
hay muchísimos estudios y evidencias que certifican la importancia de este
problema. Se trata de un tema complejo y difícil de legislar, puesto que son
miles de sustancias las que se encuentran en entredicho, integradas en todos los
ámbitos e interactuando entre si en un cóctel tóxico. Ya no lo podemos evitar,
todos estamos contaminados, pero es razonable intentar disminuir la exposición
todo lo posible.
Informarse
Sobre el tema de disruptores hormonales, tenemos la gran suerte de contar con la importantísima labor del Dr Nicolás Olea, catedrático de la universidad de Granada, en cuyos trabajos nos hemos documentado para elaborar este post. Os recomendamos sus trabajos y también este vídeo. Es interesante verlo al completo, ya que tiene gran cantidad de información, explicada muy amenamente y con gran claridad.Fuente: Conasi