Por Joel S. Hirschhorn,
Resulta inconcebible para nuestro mundo de hoy vivir sin los 5
mil millones de teléfonos móviles que son utilizados en todo el mundo. El nuevo
libro de Devra Davis “Desconectar”, merece atención. Si utiliza muy a menudo
el teléfono
móvil debería leerlo de forma obligatoria. También resulta inconcebible que
los billones de dólares invertidos en esta industria de la telefonía, con el
apoyo de los gobiernos de todo el mundo, se haya impulsado esta
tecnología sin tener unos resultados fiables y sólidos que justifiquen la
seguridad de los teléfonos móviles. Cuanto más se aprende más miedo
dan. La pesadilla del teléfono móvil se ha convertido en demasiado grande como
hacernos cambiar, sin que nos importen sus riesgos mortales. El Gobierno no nos
va a proteger, así que sólo le queda a usted hacerlo.
Permítanme señalar que rara vez uso mi teléfono
móvil. Muy pocas personas tienen mi número y que rara vez se enciende, excepto
cuando tengo que hacer una llamada. Como ex profesor de ingeniería siempre he
visto la tecnología con los riesgos que ofrece, no sólo los beneficios que da su
comercialización. Los riesgos se han desestimado, poco estudiados o simplemente
ignorados. Y a estas alturas todo el mundo debería estar preocupado de que ni
las regulaciones del gobierno, ni la responsabilidad de las empresas nos
protegen de los alimentos nocivos, medicamentos y productos manufacturados.
Enfrentarse a la verdad es a menudo doloroso,
pero si se preocupa por proteger su salud y la salud de las personas que quiere,
entonces este es un libro que debe de leer y conseguir que otros lo lean. No nos
equivoquemos, lo que aprendes te molesta, pero más allá de enojarse con las
empresas y el gobierno por no proteger adecuadamente al hombre contra los
desastres de salud pública, se sentirá motivado a cambiar su comportamiento. El
subtítulo resume el tema: La verdad sobre la radiación del teléfono móvil,
Lo que la industria le oculta y cómo proteger a su familia.
Éstos son algunos de los hechos que aparecen ante
nuestros ojos y el punto de vista que adopté después de la lectura de este
libro. Las pruebas muestran que los hombres jóvenes que mantienen sus teléfonos
en un bolsillo del pantalón han reducido el número de espermatozoides. Algunos
científicos ya saben desde hace décadas los efectos adversos que las
radiofrecuencias causan en el cerebro. Por ejemplo, la radiofrecuencia permite
que los productos químicos y las toxinas de la sangre, que normalmente se
mantienen alejados del sistema nervioso, entren en el cerebro y causen
enfermedades.
El trabajo del Dr. Lennart Hardell en Suecia,
debería hacer cambiar las prácticas de los usuarios de teléfonos móviles. Los
suecos que han utilizado teléfonos móviles durante más tiempo tienen mayor
posibilidad de desarrollar tumores cerebrales malignos. Después de una década de
uso el riesgo de tumores cerebrales se duplica. Resultados similares fueron
encontrados por científicos en Israel, Finlandia, Rusia e Inglaterra. Hardell
también ha encontrado que los adolescentes que usan teléfonos celulares pueden
desarrollar después de una década cuatro veces más cánceres de cerebro.
El libro
pone de relieve lo que el distinguido científico investigador Dariusz
Leszczynski dijo que “nos muestra claramente que la radiación de un teléfono
tiene un impacto biológico. Después de este trabajo, que de hecho repite el de
muchos otros … el mundo ya no puede pretender que el único problema producido por los
teléfonos móviles sea un cambio en la temperatura.. El trabajo ha mostrado que
una energía más baja que las de los hornos microondas no quiere decir que no
afecte a nuestros cuerpos.”
Davis hace una alusión ineludible al final del
libro: “tenemos que invertir en la seguridad de los teléfonos móviles“,
como hacemos con otras tecnologías modernas. “Pero no está claro si se está
llevando a cabo como es debido. ¿Usted cree que la industria y los gobiernos
están haciendo lo correcto para realizar investigaciones que nos digan que los
teléfonos móviles son inocuos o no? Son tantos los intereses corporativos que
corrompen a los gobiernos que es muy poco probable de que dichas investigaciones
se realicen y se dicten nuevas regulaciones.”
¿Quién no debe utilizar el teléfono móvil? Los
niños en particular, que no deberían utilizarlo sin auriculares. No deben
mantenerlo en su ropa, cerca del cuerpo, mejor utilizar un altavoz exterior. Los
mensajes de texto y otras funciones del teléfono móvil pueden resultar menos
peligrosos que la colocación del teléfono cerca de la cabeza para mantener una
conversación. Recuerde que los teléfonos móviles suponen riesgos similares a los
de la radiación, por lo que se debe minimizar su uso en el hogar.
Me pregunto si la mayoría de la gente poderosa y
rica de la sociedad, como el presidente Obama (y sus hijos), se les recomienda
encarecidamente que no utilicen los teléfonos móviles al lado de la cabeza. La
adicción al teléfono móvil puede resultad muy nociva. ¿Qué riesgo está dispuesto
a asumir? Los teléfonos inteligentes están de rabiosa actualidad. Pero
necesitamos más personas inteligentes. Desconecte: cuanto más utilice el
teléfono móvil, más atrapado está. Joel S. Hirschhorn tiene un nuevo libro, La democracia
delirante: la instauración de la República sin derrocar al Gobierno, que
apoya las convenciones constitucionales y otros medios pacíficos para
restablecer la democracia estadounidense.
Su sitio web:http://www.delusionaldemocracy.com/
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2010/11/07/la-trampa-del-telefono-movil/
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