El Arca de Noé no habría tenido una forma de cofre alargada, como se ha ilustrado durante siglos, sino que era redonda, de acuerdo con las conclusiones de un científico británico.
A esta deducción llegó el experto en escritura cuneiforme del Museo Británico, Irving Finkel, que se basa en los estudios de una pequeña tableta de barro, de casi 4.000 años de antigüedad procedente de la antigua Mesopotamia (actual Irak), informa Associated Press.
El investigador mostró la pequeña tableta y explicó que en ella se encuentran las medidas del Arca de Noé, que para gran sorpresa de todos “era redonda, en forma de una enorme dona con una superficie de 360 metros cuadrados y paredes de seis metros de altura”.
“Una embarcación redonda tiene sentido. Eran ampliamente usadas por los pescadores en el antiguo Irak, y eran perfectamente elaboradas para mantener el balance ante las frenéticas inundaciones”, explicó.
Según el descubrimiento de Finkel, la tableta además contiene instrucciones de la salvación de los animales, en las que la embarcación debía de ser insumergible y los animales tenían que abordarla de dos en dos, tal y como lo establece la Biblia en el libro de Génesis.
“Las instrucciones no contradicen la creencia religiosa establecida en el Antiguo Testamento”, según la cual Dios ordenó a Noé construir una embarcación para salvar a su familia y varias parejas de animales del gran diluvio universal, afirmó.
Sin embargo, para decepción de muchos, el Arca de Noé “nunca fue construida (…) Estoy 130% seguro”, dijo Finkel.
“Estoy seguro que la historia del diluvio y un barco para salvaguardar la vida es un invento de Babilonia”, agregó el científico.
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