Los residentes del barrio de Léninski de la ciudad rusa de Cheliábinsk se sorprendieron al ver que el agua de uno de los principales lagos de la ciudad había adquirido un intenso color rosa.
La dirección del Servicio Federal de Supervisión de los Recursos Naturales de Rusia en la provincia de Cheliábinsk ha recibido este jueves un mensaje comunicándole que el agua del lago Smólino estaba teñida de color rosa desde el día 15 de mayo, informa la web Znak.com.
Al llegar a la orilla del lago, los expertos de Recuros Naturales confirmaron que uno de los principales lugares de recreo para los habitantes de la ciudad de Cheliábinsk, conocida mundialmente por su meteorito, se había convertido en un paisaje surrealista que les recordaba el lago rosado Hillier, en Australia.
De acuerdo con la información preliminar, el agua rosada entró al lago a través de un colector que se encuentra debajo de las vías del ferrocarril, cerca de la gasolinera local.
Actualmente el Servicio Federal de Recursos Naturales lleva a cabo una investigación administrativa para determinar los autores de los hechos.
Se han tomado muestras del agua para establecer el grado de amenaza que el vertido supone para el medio ambiente y la salud de los habitantes de la zona.
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