sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Existe un Santuario celestial?

Muchas personas se cuestionan sobre si en verdad existe un templo en el cielo donde habita Dios y donde Jesús trabaja como sacerdote intercediendo por su pueblo. Será real ese lugar donde Él habita como Sumo Pontífice (puente) entre el cielo y la tierra? Es solo una figura simbólica para decir que Jesús está mirándonos y ayudándonos sentado a la derecha del Padre?


Para empezar a entender el concepto de Santuario es necesario referirnos a sus primeras ilusiones bíblicas empezando en Éxodo capítulo 25 donde el Señor llama a Moisés para que le construya ese lugar con todos sus utensilios internos. Allí en el versículo 40 dice “y pon tu atención en hacerlos iguales a los modelos que se te mostraron en el monte”. Aquí tenemos un “modelo” como cuando a un niño en el colegio le enseñan a dibujar el número 1…ese uno a realizar parte de un número 1 real, es decir, tenemos un patrón y lo único que se debe hacer es reproducir una copia. Esto fue lo que sucedió con el santuario terrenal. Por eso es que la carta a los Hebreos, capítulo 8:1 y 2 dice refiriéndose a Jesús: “Lo más importante de lo que estamos diciendo es que nuestro Sumo Sacerdote es de tal naturaleza que se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios, y oficia como sacerdote en el verdadero santuario, el que fue hecho por el Señor y no por los hombres”…y mejor aún, elversículo 5 dice “Pero estos sacerdotes prestan su servicio por medio de cosas que no son más que copias y sombras de lo que hay en el cielo. Y sabemos que son copias porque, cuando Moisés iba a construir el santuario, Dios le dijo: “Pon atención y hazlo todo según el modelo que te mostré en el monte”.

Bueno, la pregunta de fondo es, y para qué un santuario? La Biblia misma explica la función del santuario terrenal y el celestial. Veamos:

Exodo 15:17 “Oh, Señor, llévanos a vivir a tu santo monte, al lugar que escogiste para vivir, al santuario que afirmaste con tus manos”. Exodo 25:8 “y háganme un santuario para que yo habite entre ellos”. 1 Reyes 8:13 “pero yo te he edificado una casa por morada, un sitio en el que tú habites para siempre”. Estos pasajes nos afirman algo: el santuario terrenal fue el lugar que Dios designó para habitar en medio de su pueblo, allí hablaba con su pueblo, allí se manifestaba su gloria. Tratemos de entender lo inexplicable…un edificio no puede contener a Dios, el que está por encima de los mundos, de los cielos, del universo entero…pero de alguna forma que escapa a la comprensión humana podía (puede aún) adentrarse en un espacio limitado así como Jesús, Dios, pudo condensar toda su existencia al ser un bebé que nació en un pesebre en Belén. Por eso es que Salomón dijo “Pero ¿es verdad que Dios habitará sobre la tierra? Si los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta Casa que yo he edificado? (1 Reyes 8:27).

Pero hay un adicional y es el más importante. El santuario no era solo para que Dios viviera con su pueblo. Era el lugar donde se llevaban los pecados. Recordemos que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). Para evitar que el pecador tuviese que morir al instante de su transgresión, el Señor proveyó la manera de que “otro” tomara su lugar y por eso permitió el sacrificio de animales puros, símbolos de Cristo que habría de venir. Antes de Moisés las personas del pueblo edificaban un altar donde estuvieran y allí sacrificaban esperando la reconciliación con Dios. Pero luego el Señor con el Santuario pone un orden y ordena que todos los sacrificios sean hechos en el templo (Levítico 6:25). El sacerdote en el templo quién era? Un símbolo también de Jesús….un mediador, un intercesor.

No voy a entrar en detalles respecto al conjunto de rituales y simbolismos contenidos en el santuario. Solo me interesa en este artículo mostrar cómo hay un Santuario Celestial real, físico. Continuando con el tema de la mediación de los pecados, la carta a Hebreos nuevamente dice en el capítulo 8, versículo 6 “Pero nuestro Sumo Sacerdote, que ha recibido un ministerio sacerdotal mucho mejor, es mediador de una alianza mejor, basada en mejores promesas”. Y en Hebreos 9:24 “Porque Cristo no entró en aquel santuario hecho por los hombres, que era solamente una figura del santuario verdadero, sino que entró en el cielo mismo, donde ahora se presenta delante de Dios para rogar en nuestro favor”. Además Hebreos 4:14 “Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo Sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos”.

Ya no existe un santuario terrenal. Este fue destruido por el imperio romano en el año 70 después de Cristo. Tampoco tiene validez un sacerdocio terrenal (hombres intercediendo por hombres) porque su función terminó al resucitar Jesús y al entrar el cielo como Sumo Sacerdote como lo acabamos de leer en Hebreos 4:14. Así como el santuario terrenal, el celestial también trata con el problema del pecado. Es allí donde queda el registro de todas nuestras faltas y es allí mismo donde el pecador, aunque no presente, es perdonado si acude a Dios con arrepentimiento. Vale la pena que lean la visión del profeta Zacarías en el capítulo 3 del mismo libro. Allí se ve un simbolismo de lo sucede con el pecador y sus pecados…ojo, simbolismo! No está el pecador allí literalmente pero para eso existen los Libros de registro: Malaquías 3:16, Lucas 10:20, Mateo 12:36,37, Apocalipsis 3:5, 20:12.

Sobre el Santuario hay muchísimo por decir porque abarca demasiados aspectos. Solo revisemos hasta aquí por hoy. Ya habrá un nuevo espacio para profundizar.

Fuente: cercaestá

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