Más allá de que su tamaño es considerable, lo impresionante de Pleurobot que ves sobre estas líneas es lo bien que imita los movimientos y desplazamiento de salamandras reales. Y es solo un robot.
Para conseguir una imitación tan realista del movimiento de un animal, y no solo su apariencia, los responsables de Pleurobot han estado trabajando durante 10 años con robots nadadores y animales reales a los que han analizado minuciosamente mediante rayos X, creando posteriormente una simulación en tres dimensiones sobre la que basarse a la hora de construir el esqueleto de Pleurobot.
Capaz de andar por arena o nadar en agua
Con la información de 64 puntos del esqueleto real de una salamandra, el equipo del profesor Auke Jan Ijspeert (EPFL) ha podido recrear con exactitud todos los movimientos que implican articulaciones y músculos de un animal real, y traspasarlos a un robot que se comporta exactamente igual que un animal vivo.
La peculiar configuración de Pleurobot y su forma de moverse le permite desde andar por arena a nadar en el agua sin que haya que modificar nada de su estructura o base. Tan solo hay que embutirlo en un traje acuático si queremos que pase del medio seco a uno acuático.
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