El Vaticano ratificó el viernes la expulsión de un cura chileno tras ser reconocido culpable del abuso sexual a tres menores de edad en la década de los 90.
Se trata de René Benavides Rives, que fue sentenciado por un tribunal canónico de segunda instancia a la máxima sanción establecida por el ordenamiento jurídico de la Iglesia católica, informó el Obispado de San Felipe, en la región de Valparaíso, en Chile.
La noticia, dada a conocer mediante una declaración pública, señala que el fallo “definitivo e inapelable” supone una expulsión perpetua del estado clerical, por lo que el presbítero es suspendido de toda la actividad que pueda ejercerse en el nombre de la Iglesia católica.
En el texto, el obispado solo se limita a pedir perdón, tanto a las víctimas como a sus familias, por los “gravísimos delitos” cometidos por un sacerdote mientras ejercía sus labores en la ciudad de Los Andes (centro).
Asimismo, en el comunicado se ha hecho un llamamiento a la comunidad eclesiástica para prevenir tales tragedias, que una vez más “nos avergüenzan”.
La Iglesia chilena se ha visto afectada por una veintena de estos casos, la mitad han sido condenados por la justicia ordinaria y el resto sometido a la justicia eclesial.
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