Un artista berlinés ha desarrollado un dispositivo que, por un puñado de dólares y utilizando sólo hardware y software de código abierto, consigue acabar con la peor pesadilla de muchos: los glassholes, o fanáticos cualificados de las gafas de Google.
Julian Oliver usa el micro ordenador Raspberry Pi, que cuesta menos de cuarenta euros, una aplicación desarrollada por él, con el objetivo de inutilizar las Google Glass que estén dentro del radio de alcance.
Mediante una técnica relativamente sencilla, identifica cuándo estas gafas inteligentes, que proyectan datos en la retina del usuario y que se conectan a internet, están en la zona.
Lanza entonces un ataque (con Aircrack-ng, otro popular programa para romper la seguridad de las conexiones inalámbricas) que se encarga de cortar la conexión WiFi de las gafas, informa Tech Spot.
Oliver ha bautizado la aplicación como Glasshole (contracción de las palabras en inglés Glass y Asshole), y explica que la idea surgió cuando otro artista le contó cómo le molestaba que algunos de los usuarios de este dispositivo se paseasen por una exposición con las gafas puestas, sin saber si estaban tomando fotos o no.
Lo cierto es que, como señalan algunos expertos, la aplicación de Oliver sólo deja fuera de combate la conectividad de las gafas, mientras que la cámara integrada sigue funcionando sin problemas (ya que no depende del WiFi).
Las Glass son objeto de fuertes polémicas por los múltiples usos que plantean. El propio fundador de Google, Sergey Brin, explicaba la semana pasada que ha prohibido que los desarrolladores creen aplicaciones de reconocimiento facial, por las imprevisibles implicaciones legales que tendría.
También recientemente, una firma americana especializada en armamento presentaba una aplicación para las Google Glass que permite disparar sin ser visto, usando las gafas a modo de mira telescópica inalámbrica.
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