Esta semana, el gobierno ruso propuso utilizar el trabajo realizado por prisioneros para reducir los costes para la celebración de la Copa del Mundo 2018. Puesto que a los presos no se les paga por su trabajo, o se les paga muy poco, estaremos sin duda ante un trabajo esclavo.
“Eso ayudará en el sentido de que habrá la oportunidad de adquirir los materiales de construcción a un precio más bajo que el del mercado y además, servirá para conseguir que los presos trabajen, lo cual es muy positivo”, declaró el político ruso Alexander Khinshtein.
Khinshtein dijo que los presos se verían obligados a realizar “tareas que, digamos, no serían de interés para el ciudadano común”
El presupuesto actual para el Mundial de 2018 es ahora de más de 12.700 millones de dólares, pero no se ha especificado qué cantidad ahorraria el uso de mano de obra penitenciaria.
Visto en : El Microlector
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